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sábado, 16 de julio de 2011

Gravedad

Se desploma el telón
ante la impotencia.
Cierra por siempre
el espectáculo.

Muere exhausto
el actor de la obra
que florecía en el desierto,
y saciaba la sed hecha
universo.

Cae todo el peso
de mil años
en una frágil noche
que no resiste,
como puente de paja,
o muro de polvo.

Que no hable el silencio.
Que no se atreva a convocar
al destino.
       ("Uno, dos y hasta tres
         -quizás más- fueron
        los presagios de pájaros negros.")
¡Porque no!
No hay más hoy
ni más mañana.