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martes, 28 de febrero de 2012

La gota divina

De las gotas de limón
que a veces se empeñan
en llover
no se ni los nombres
"Soft Self Portrait"
Salvador Dalí
ni el color
ni siquiera si son humanas
vegetales sin cultivar
o tal vez divinas

solo caen
sin pedir permiso
caen y rasgan los hímenes
se desploman encendidas
en las frentes
en las armas
en la espalda.

Dejan su marca personal
su yaga viva y abierta
que depende del aterrizaje:
en piel la muerta
o en piel agonizante.

De las gotas de limón
que a veces tienden a caer
solo se que se creen dios
que fabrican gente
y que matan gente

viernes, 24 de febrero de 2012

Fin

                                                                                         Que difícil es exprimirse uno mismo
en el papel
¿qué hacés de pie
poniéndole nombre a  las piedras?
se va a acabar el mundo y vos
seguís escribiendo en la arena


no no
dejá de golpearte la cabeza
con la pared
nada gana uno
lavando las palabras
en sangre

¡pará!
dejá las ramas ahí
vení sentate en tu cuerpo
que se está pudriendo
sin vos

martes, 14 de febrero de 2012

De por qué uno camina solo

"Avenue of Poplars in Autumn"
Vincent Van Gogh
Pasa que uno se empeña tanto
en amarrarle los cordones
a cada paloma
que se topa en el parque
y contar con ábacos imaginarios
los pequeños pedazos de sol
que quedan en el suelo

que se le olvidan
los colores y los verbos
y las caras sin más razón
se quedan sin ojos
sin ruido

y ya cuando uno se da cuenta
la gente le ha dado dos vueltas
al mundo
y uno se quedó atrás descalzo
recogiendo trazo por trazo
a ese verso
que se salió de la bolsa.

domingo, 12 de febrero de 2012

Inventario

Guardo cada día que pasa
en una caja de madera
siempre en orden alfabético:
en los que estás y en los que no

los primeros son más atrevidos
de un pronto a otro
son pajaritos de Origami
que se mueven en cámara lenta

y se me escapan de las manos
les gusta que los busque
que los tenga siempre en mi memoria
justo como vos

los otros son amargos
se quedan por mucho tiempo
mirando a las paredes
a veces se levantan
y caminan de un lado a otro del cuarto
buscando su razón de ser

o  solo se sientan en el suelo
y escriben sus poesías
algo fatigados y aburridos
como yo.

miércoles, 8 de febrero de 2012

De por qué se muere la gente

La gente se muere en los cuartos
ahogados en el silencio
de sus propias manos.

Mueren por no caminar
por quedarse sentados
viendo por las ventanas
manejando tumbas
jugando a dejarse caer
en cada agujero
que se cavó en el suelo.

Todos
(incluyendo al difunto)
disfrutan del olor a muerto
de la putrefacción
del hombre de al lado
de los huesos que poco a poco
ingieren matices de polvo.

La gente se muere
con cada aguja del reloj
en las noches secas
y aún mas si llueve.

Pero parece que nada
les satisface más el alma
que simplemente dejarse morir.




domingo, 5 de febrero de 2012

El otro

Debajo de mis pies
hay otros pies
que nunca se quedan
callados

En la punta de mi lengua
nace otra lengua
que no deja
de caminar

A veces pienso que yo
solía vivir en mis zapatos
hasta que un día
simplemente nací

viernes, 3 de febrero de 2012

El camino

Cada paso deja un poco de uno en el suelo,
en las piedras que despiertan de su inercia,
en las hojas hambrientas de oxígeno.

Uno se mezcla con el camino
y parece que este también pensara.

Ambos discutimos del andar,
de la tierra que a veces saca sus brazos
para colgarse de uno mientras camina.

De cómo se tropieza uno con las montañas
que no son más que cúmulos de polvo
tan minúsculo y abstracto.

Siempre ha sido lo mismo:
uno, las piedras, las hojas y el camino.

jueves, 2 de febrero de 2012

¿Dónde?

Unas veces tan cerca
y otras tan lejos... 
Te tengo en la piel
microscópica
en ese sol superviviente
que irradia en mi cabeza
sus versos cuánticos.

Te tengo en estos
360 grados de papel.
En las noches isométricas
y en algunos desiertos
neuronales.

Te tengo justo ahí
donde mis párpados hacen su mitosis
en esa banda de energía
que une el norte y el sur
de nuestros universos
paralelos.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Fonemas

Imagen tomada de www.alexvales.com.ar
Hay conversaciones coloquiales,
calzadas con zapatos rotos
y la piel negra
por los soles cotidianos.

Las hay, por otro lado,
presuntuosas,
con gustos finos
y caros paladares.

Unas tienen dientes flojos
por el imparable
vómito de palabras.
Otras son más clandestinas
con sombreros de fedora
y  leves tintes de mafia.

Hay conversaciones amargas
que golpean el alma
como a un tambor viejo
y por último están las tristes
que solo se miran entre sí
sin ni siquiera decirse nada.