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viernes, 30 de diciembre de 2011

Conquista

La tierra reclama
en un rugido de ira.

Late por dentro,
la sangre se cuela
por sus ojos.

Los truenos
gritan con dolor.

Son litros de lágrimas
de hijas sin padre
de padres sin hijas.

Es la noche triste
en cada árbol
en cada hoja.

La piel de la selva
se pintó de rojo.

jueves, 29 de diciembre de 2011

El día que fue libre


Imagen tomada de http://www.clairvision.org/
El sol quemó sus ojos. Sus manos lentamente comenzaron a recordar como deslizarse a través del viento que se colaba por la ventana. Abrió su boca pero en un principio solo salió aire. Con mucho esfuerzo logró retomar el control de sí mismo mientras arrancaba desesperadamente de  su garganta las palabras que por casi diez años había querido gritar
- ¡Estoy... vivo!

miércoles, 28 de diciembre de 2011

La Caída de Pakaxa


Imagen tomada de: http://trabajonoviembrediana.blogspot.com

Coquiba los vio llegar desde lejos. Nunca había visto algo parecido.  Desde donde estaba pudo notar sus pieles pálidas y sus cabellos brillantes como el maíz al sol.
Entonces contempló las bestias, casi de su tamaño, del color de la tierra, abriéndose el paso entre la maleza. El miedo se apoderó de su alma, estuvo congelado por un instante y luego volvió en sí.
Supo que debía acercarse, como líder de su gente, tenía que  averiguar de qué se trataba.
Al verlo llegar ellos se detuvieron. Comenzaron a hablar en lenguas extrañas mientras lo señalaban.
Coquiba les dio la bienvenida a Pakaxa, su hogar, pero no obtuvo respuesta. Los miró detenidamente, tenían cubierto todo su cuerpo y en sus manos llevaban unas lanzas bastante raras, eran más brillantes y cortas que las suyas y tenían una forma bastante distinta.
Parecían asustarse cada vez más. Él trató de tranquilizarlos, trató de explicarles que no debían temer, pero nuevamente no le entendieron.  Aún no terminaba cuando uno de ellos lo señaló con su lanza. Se escuchó un golpe seco en el aire, entonces la conmoción se esparció de choza en choza como si se tratara  de un incendio. Fue como un trueno en las noches lluviosas, pero El Gran Tialoc aún no había bendecido su tierra con el agua del cielo.
Inmediatamente Coquiba se vio tumbado  por una una fuerza imponente, estaba confundido. Empezó a sentirse débil. Tocó su pecho... estaba sangrando.
Su última gran hazaña como cacique fue gritar con todas sus fuerzas para que su gente se escondiera.

martes, 27 de diciembre de 2011

Busco el papel

Hoy busco en el papel
un excusa para soñar
con los párpados libres
y la conciencia pura.
Vengo de pie
con la piel expuesta
y los ojos salidos.
Traigo los tatuajes
que me dejó el día
en la frente
en las uñas.
Tengo esta manía
de tragarme el aire
en verbos y adjetivos.
 Hoy  el papel es mi cabeza.
Aquí todo queda inmóvil
eterno.

Se Va

La calle sufre sus pasos
Imagen tomada de:  http://dougmorales.blogspot.com/
al alejarse.
Las piedras se ablandan,
se doblan en tristeza.
Todo lo verde se enferma
se convierte en polvo negro.
Ella se va,
en sus pies se lleva
la vida

lunes, 19 de diciembre de 2011

Sonámbulo

Vuelvo a ser uno
en tercera persona
con manos borrosas
y arterias alocadas.

Tengo el mismo rostro
frente a mi
que me apuñala
con sus ojos
indifierentes.

Y él
(yo)
se desarma
se congela.

Lo veo
exige calor
y una mirada

Pero esos ojos
no lo buscan

Lo asesinan.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Del miedo a ser uno

Temo enfrentarme al espejo con los mismos ojos
pero no con el mismo espíritu.




Del miedo a ser uno

No hay miedo
que no tenga tu rostro
de espaldas
caminante.

Que no abra brechas
en la piel
ni yagas en las manos.

Que no borre el paisaje
ni se vista de polvo
y herrumbre.

No hay miedo que no grite
a lo lejos un nombre
que no te esfume
que no me venza
con la espada
solitaria.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Lejano


Miro hacia donde debería
estar la sombra de alguien más
y sólo veo la pared blanca.
Todavía huele a piel
pero ya no hay nadie.
Todavía está la tierra
llena de palabras.
Todavía está mojada mi cabeza.
Sólo la mía.
Miro miro y miro
como si mirando se convocara
al fantasma de alguien vivo.
Todo está tan quieto
cuando uno extraña.
Sólo las agujas del reloj
se arrastran en círculos,
despacio van gateando.
Nadie quiere llegar
a ninguna parte.
Yo no quiero quedarme aquí.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Ciego

De tanto callar
mi lengua se muere de hambre.
Los pensamientos deambulan
en calles sin sentido.
Las uñas se llenan de polvo
las noches se desgastan al parpadear.
Soy la calle.
Soy la noche.
Los ojos del que no ve
y la lengua del que no habla.