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miércoles, 16 de marzo de 2016

En fuga

La contemplación del cuerpo.
Un muslo abierto como una invitación.
El aire que grita a cada órgano   a cada poro
en el lugar en que los enamorados
                         cantaron uñas y espaldas.

Siempre el cuerpo. Contemplá.

Mirá que ayer el amor era otra cosa:
como decir
         la boca está donde está la boca
y tener sentido al llorar  
y encoger un poco  las piernas
     como en una verdad demasiado evidente.

Lo terrible es la invitación inatendida.

Digo que lo terrible es este espacio en blanco
                                                en la palabra       vos      
este brotar literatura     lagrimar verbos

            He aquí al hombre y su boca lagrimable

Mirá que hay distancias de distancias

un fémur    una carta     un derrame             
                                                
La invitación a matarnos siempre.

El no cuerpo.

Estoy con el silencio.
                                           Haceme.
Contemplá.


   

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