Y en el dolor encontrar la cura
para el dolor.
Hay también el partir la noche
como una tela vieja e incomprensible.
La extraña congregación de las vidas
sueltas ligeras fatales
la herida haciéndose pasar por dios.
Luego la calma de saberse hombre
y el puñetazo final al corazón
(el silencio era abrir la boca para morir
las alas eran cuando nombramos
el atardecer de lo que no se dice )
Afuera siempre el fuego:
un pájaro es un hombre que lo dijo todo
finalmente.
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