y ramas rotas.
Uno se piensa:
El cuerpo del hombre
es una invitación.
y la tarde espera sentada una respuesta.
La tina recibe. El agua recibe.
los huesos se doblan como ramas
demasiado blancas.
El amor es blanco como el silencio
blanco como el suicidio de una paloma
quieto como un día feriado.
"Acá no hay mujer..."
Hay invitaciones
que han sido abandonadas
casas con quince habitaciones y diez mil
telerañas. Hay también el cuerpo del hombre
y su amor como un mal poema
como una tina vacía
en la que un solo pájaro
habrá aceptado su nido.
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