pechos verdes como promesas.
(No escribamos el pánico. Digo
que no tratemos el mismo pánico amor)
Esta es la visión de la herida:
la ausencia como repetir una palabra
hasta que perdamos el sentido
del tacto.
Estamos heridos y epidérmicos amor.
Verdes como todo lo que se niega a morir
como cuando contemplamos
el silencio crudo de las cosas.
Repitamos este pánico
digámosle corazón etcétera.
¿me entendés ahora?
Creo en esta visión de todo lo verde
como un dios al que le han pedido
demasiado.
Ante todo creo en la noche
que inventás
vos allá del otro lado de esta visión del amor
mujer verde en el centro
de todo lo que vive
de alguna forma.